¿QUÉ TRATA LA OSTEOPATÍA?
En virtud de un principio intrínseco a la osteopatía por el que "el cuerpo es, en definitiva, el único capaz de curarse a sí mismo", se desprende que la osteopatía abarca el tratamiento de un amplio marco de alteraciones o síntomas. Es decir, el osteópata lo único que hace es producir una serie de reajustes en el cuerpo, para que éste, en segunda instancia, sea capaz de eliminar prácticamente cualquier proceso que lo está dañando. La osteopatía jamás cura, el osteópata jamás cura, sólo el cuerpo está dotado de esa capacidad (el sistema inmunitario dispone de un potencial mucho mayor del que normalmente se le niega).
Siguiendo esta lógica, sumada al hecho de que la intención del osteópata es siempre tratar qué causa un problema y no per se el problema (casi siempre aquello que manifiesta el paciente como motivo de consulta), el número de sesiones suele ser bastante reducido.
Las alteraciones más frecuentes son:
• Embarazadas, bebés, niños, adultos, mayores.
• Cervicalgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, sacralgias, coxalgias, gonalgias.
• Otros problemas musculoesqueléticos: pinzamientos discales, contracturas musculares, esguinces, fascitis, tendinopatías.
• Cefaleas, mareos, vértigos.
• Neuralgias: cervicobraquiales, ciáticas, cruralgias.
• Hernias discales: protrusiones, prolapsos.
• Trastornos funcionales* ginecológicos, respiratorios, digestivos, urinarios, cardiovasculares.
• Estrés, ansiedad, angustia, problemas para conciliar el sueño.
• Problemas degenerativos: artrosis.